Es el término genérico dado a las teorías y movimientos
radicales que
llaman a la oposición y abolición de toda autoridad, jerarquía
y forma de control social por considerarlas indeseables,
innecesarias y nocivas. La palabra "anarquía" deriva del prefijo del griego
"no gobernar".
La intención es desarrollar y conseguir la
anarquía, que reconoce la plena libertad y autonomía
de los individuos,
configurando
sociedades basadas en los contratos
libres, la asociación voluntaria, la horizontalidad,
la iniciativa
y el apoyo
mutuo. Existen varios métodos propuestos por las diversas escuelas y
tendencias surgidas en el movimiento anarquista para la consecución de estos
fines, siempre a través de medios concordantes con ellos como son los conceptos de la autogestión,
la acción directa y de base.
Con movimientos precursores desde la antigüedad,
el anarquismo se desarrolla finalmente en el siglo XIX a través de distintas
escuelas, dándose algunas de las experiencias libertarias más significativas a
lo largo del siglo XX, convirtiéndose desde entonces en un movimiento
continuamente insertado en multitud de temas contemporáneos. De esta forma y
ante la hegemonía de la globalización neoliberal
y la caída de los estados socialistas, el anarquismo se presenta en el siglo XXI
como una alternativa socialista libertaria para la existencia
y la resistencia política, económica y cultural y para
la revolución social.
Raíces
filosóficas del anarquismo
Los libertarios han manifestado que realmente las
ideas anarquistas han estado desde siempre presentes en la humanidad, incluso
han visto en la cooperación y la ayuda mutua entre los individuos cualidades
connaturales a la naturaleza humana, de ahí que a veces se mencione la
expresión anarquismo moderno para nombrar a las teorías que se
desarrollan en el siglo XIX.
Las raíces filosóficas del anarquismo moderno se
hunden en el Renacimiento y la
Ilustración. En el Renacimiento, con ocasión de la Reforma se
desarrollaron las bases de libre examen y el pensamiento crítico, además de
surgir el humanismo con características como el antropocentrismo frente al teocentrismo de la época anterior, el pacifismo y el optimismo. Con la
Ilustración, llegarán los conceptos del racionalismo,
el idealismo y el individualismo, así como la búsqueda de un sistema
social y político basado en las ideas de la libertad, la igualdad y la
fraternidad.
Anticipando el desarrollo del anarquismo en otros
campos que superan lo ideológico, y como respuesta al excesivo racionalismo y a
la misma Ilustración, surge el
Romanticismo a finales del siglo XVIII enfocándose el la subversión
cultural y el regreso a la creatividad como facultad primordial del ser humano
que lo lleva a destruir todas las demás cadenas. El desarrollo del socialismo utópico y el entorno
filosófico de los primeros teóricos anarquistas propiamente modernos está
influenciado por los románticos. Luego han existido otras influencias
recíprocas desde perspectivas naturalistas,
vitalistas, existencialistas, post-estructuralistas, entre otras.
Historia del anarquismo
El primer uso conocido de la palabra "anarquía"
aparece en la obra Los siete contra
Tebas (467 AC) de Esquilo.
Los anabaptistas del siglo XVI en Europa son a veces
considerados como los precursores religiosos del anarquismo moderno. Otro
precursor del anarquismo moderno es Gerrard
Winstanley, quien publicó un panfleto llamando por la propiedad comunal y
social y una organización económica forjada a partir de pequeñas comunidades
agrícolas en el siglo XVII. Los socialistas utópicos así como formas
radicalizadas del liberalismo también han sido considerados precursores del
anarquismo moderno.
En 1793, William Godwin
publicó Una pregunta acerca de la
justicia política, en el cual presentaba su visión de una sociedad
libre además de una crítica del gobierno. Algunos consideran este texto como el
primer tratado anarquista, llamando a Godwin el fundador del anarquismo filosófico.
Pierre-Joseph
Proudhon fue el primero en llamarse a sí mismo un
"anarquista". abogaba por una
economía de mercado no opresiva donde los individuos intercambiaran los
productos de sus propios trabajos. El valor de intercambio de los bienes dentro
de tal economía sería determinada por la cantidad de trabajo invertido en su
producción.
Con las fuertes emigraciones europeas hacia los
países americanos,
el anarquismo se expandió también por ese continente. En Europa el mutualismo dio paso al anarquismo colectivista y éste más
tarde al anarcosindicalismo.
Entonces se empezaron a dar discusiones entre anarquistas colectivistas y
comunistas libertarios. El anarcosindicalismo fue luego influido por el
sindicalismo revolucionario.
En Estados
Unidos prendió el anarquismo
individualista con Josiah Warren,
Benjamin Tucker o Henry David Thoreau, aunque hacia finales de siglo con la
inmigración europea el anarcosindicalismo también cobró importancia, teniendo
lugar la famosa huelga por la jornada laboral de ocho horas del 1 de mayo de
1886 que llevó tres días más tarde a la Revuelta
de Haymarket, escalera de acontecimientos que dio origen a la actual
celebración del 1 de mayo como Día
Internacional de los Trabajadores.
El siglo XX conoció algunas revoluciones anarquistas como la mexicana, la ucraniana o la
española. En esta última, se dio en Aragón
una de las más importantes experiencias libertarias de todos los tiempos cuando
se formaron multitud de colectividades que fueron suprimidas luego por la
acción de las autoridades republicanas españolas.
En los últimos años del siglo XX y primeros del siglo
XXI, el levantamiento zapatista (1994), la Batalla de Seattle (1999), la expansión del
movimiento de Okupas y del movimiento de Ecoaldeas
principalmente por Europa y Norteamérica, el uso del software libre, la
difusión del conocimiento libre y el desarrollo de la economía
social, el argentinazo
(2001-2002) con sus asambleas
barriales, piqueteros
y fábricas recuperadas, el conflicto magisterial
de Oaxaca con sus asambleas populares y las
movilizaciones estudiantiles chilenas
(2006 2011), son
considerados fenómenos en los que las influencias libertarias han estado y
están presentes.
Entre el anarquismo
utilitarista de William Godwin, el mutualismo de Pierre-Joseph Proudhon, el egoísmo ético de Max Stirner,
el colectivismo de Mijaíl
Bakunin, el individualismo
radical de Benjamin Tucker, el comunismo libertario de Piotr
Kropotkin o el anarquismo
voluntarista de Errico Malatesta, las escuelas del pensamiento
anarquista en la filosofía política y económica son variadas; coinciden en lo
básico pero con varios puntos de vista diferentes de lo que una sociedad sin
gobierno debería ser.
También, los anarquistas han pensado cómo se
podría llevar la administración del día a día en un régimen de autogobierno.
Se han esbozado varios tipos de organización desde la visión sindicalista, la de los grupos
de afinidad o de las asociaciones
vecinales. Estos modelos administrativos, algunos más basados en una
organización formal e institucionalización y otros haciéndo un mayor énfasis en
el espontaneísmo y en las estructuras informales, suelen
compartir conceptos como la
autoorganización, la autonomía, la asamblea, la democracia directa y la
decisión por consenso.
El anarquismo se encuentra en la cultura popular
en numerosas expresiones, entre ellas es fácilmente reconocible la que está
representada por personas famosas o también por grupos musicales que
públicamente se han identificado como anarquistas.