11/12/14

Protagonistas del mobbing 1

 
    
  La víctima del acoso laboral





Cualquier persona es susceptible de acabar sufriendo acoso laboral, por lo que no hay un perfil psicológico claro de la víctima.

Al contrario de lo que alguna gente se piensa, la persona acosada no suele serlo por presentar deficiencias a nivel personal o profesional que le hagan ser rechazado. Es decir, cuando alguien acosa a una persona no lo hace porque ésta sea incompetente o haga mal su trabajo o porque no sepa trabajar en equipo y cree un mal clima laboral. Esas son las excusas que suelen utilizar los acosadores pero la realidad es muy diferente.

 Características de la Victima :

 Las personas que sufren acoso laboral suelen ser envidiadas, ya sea por sus características físicas, psicológicas o sociales.
Suelen ser personas con valores éticos elevados, con una elevada capacidad de empatía y sensibilidad ante el sufrimiento ajeno.

El mobbing suele afectar a personas con gran capacidad laboral y creatividad y que son valorados en su puesto de trabajo. Su valía a nivel profesional puede ser interpretada por el acosador como un peligro para sus propios objetivos y su status laboral, lo que desata el acoso.

En algunos casos se trata de personas que se han negado a participar o callar ante situaciones laborales poco éticas.

Otra característica es la falta de respuesta ante los primeros síntomas de acoso. Las víctimas suelen negarse a plantarse ante el acosador, pensando que la situación pasará por sí sola.

Una característica muy importante es la vulnerabilidad, es decir, se ataca con más frecuencia a la gente joven que a la adulta, a los trabajadores temporales antes que a los fijos, a los inmigrantes antes que a la gente del lugar, a las mujeres antes que a los hombres… Cuantas menos posibilidades tenga la victima de enfrentarse a la situación o escapar de ella, más fuerte se sentirá el acosador.

Es importante resaltar también que el acosador evitará siempre a víctimas que puedan suponer un peligro para él, como podrían ser personas paranoicas o narcisistas, demasiado similares a él como para enfrentarse.

El acosador laboral
Los acosadores son personas inseguras que eligen a sus víctimas porque piensan que son una amenaza para su carrera profesional. Mediante el acoso intentan acabar psicológicamente con la víctima y esconder su propia mediocridad, convirtiendo a la víctima en el chivo expiatorio a quien culpar por los problemas de la organización.
 
Normalmente, el acosador es un jefe o superior, apoyado por varios seguidores. En otras ocasiones, el acoso viene de compañeros del mismo nivel e incluso hay un 4% de casos en los que el mobbing procede de un subordinado hacia un superior.

Aunque no se da en todos los casos, es frecuente encontrar en los acosadores trastornos psicológicos o personalidades problemáticas. Detrás de su necesidad de control y destrucción, pueden encontrarse personalidades con rasgos paranoides, narcisistas o antisociales

Estos tipos tienen grandes diferencias. Por ejemplo, el paranoico intenta imponerse mediante la fuerza y la violencia física, aunque cree e intenta hacer ver a los demás que el atacado ha sido él y que, por tanto, sus ataques están justificados. El narcisista es más sutil. Utiliza el engaño y la seducción y su violencia es de tipo psicológico.

Perfil psicológico del acosador

Falta de empatía: El acosador no sabe ponerse en el lugar del otro. Suelen ser personas insensibles, incapaces de experimentar verdaderos sentimientos de tristeza. Ellos son conscientes de esta capacidad pero simulan sus sentimientos delante de los otros para poder manipularlos. 

 Incapacidad para las relaciones interpersonales: Suelen ver al otro como una amenaza, por lo que los demás les atemorizan. Esto les impide relacionarse de una manera autentica, así que son incapaces de aprender de los demás o de compartir experiencias o sentimientos.

Irresponsabilidad: El acosador suele tener dificultades para tomar decisiones, por lo que suelen dejar que otros las tomen por ellos. Curiosamente, esa capacidad de resolver situaciones que ellos mismos buscan, se convierte en una amenaza para su status dentro de la empresa, por lo que acaba odiando lo que él mismo buscó.

 Carencia de culpabilidad: Estas personas niegan la realidad y atribuyen la culpa a los otros. Son incapaces de sentirse culpables y, sin embargo, son expertos en manipular esos sentimientos en los demás.

Mentira compulsiva: El acosador es un experto en la mentira. Rehace la visión de su vida de manera que parezca que la víctima es él para ganarse el apoyo y la confianza de los demás.

Megalomanía: Con sus mentiras dan una imagen de buena persona y de moralidad irreprochable, que ponen como referencia del bien y el mal.
Habilidad retorica: Su discurso es moralizante y tienen muchas habilidades para convencer, aunque su discurso suele ser muy abstracto.

 Habilidades de seducción: Aparecen ante los demás como personas encantadoras, utilizando para ello su gran capacidad de mentir.

Envidia: El acosador siente una envidia intensa ante las personas que poseen cosas o características que ellos no poseen. Estas personas, además, les muestran sus propias carencias, lo que despierta su odio y su necesidad de destruir.

Estilo de vida parasitario: Los acosadores suelen vivir gracias a lo que los demás hacen por ellos. Suelen buscar parejas de las que puedan vivir y en el trabajo suelen conseguir engatusar a la gente para que haga las cosas por ellos. Buscan un estilo de vida alto y hablan siempre de personas importantes con las que se relacionan (ya sean reales o imaginarias).

Premeditación: El acosador no ataca de forma aleatoria sino que todo el proceso de acoso ha sido premeditado. Para ello, primero estudia y evalúa a su posible víctima, después manipula el entorno y, por último, una vez está seguro, comienza la fase de confrontación
 
Preferencias del acosador para elegir a sus víctimas

Para el acosador moral, las personas que no destacan, que son malas en su trabajo o que carecen de cualidades personales y sociales no suelen ser un desafío.

Esas personas ya despiertan por sí solas el rechazo de los demás o el descontento de los superiores. Por ello, no suelen ser víctimas del mobbing aunque sí pueden serlo de burlas de compañeros, de rechazo o de despidos más o menos improcedentes.

Tampoco suelen ser víctimas las personas con poca ética y valores personales, a las que no les importa pasar por encima de los intereses de los demás ni pisar a quien sea para lograr sus objetivos. Ese tipo de persona es considerada por el acosador como un rival demasiado peligroso o, en ocasiones, como un compañero para sus juegos.
 
 
Las preferencias de los acosadores suelen ser personas con las siguientes características:
 
Capacidad de empatía: Las personas acosadas suelen ponerse en el lugar del otro y suelen ser respetuosas con sus compañeros de trabajo.


Responsabilidad: Los acosados son personas que aceptan su responsabilidad en los errores y que se sienten culpables si, en un momento dado, cometen algún error grave o perjudican a otra persona. Estos sentimientos de culpa son aprovechados por el acosador para hacer creer al acosado que ha provocado de alguna manera la situación que está sufriendo.

Sinceridad: Las personas acosadas suelen ir de cara y ser transparentes, con lo que, sin quererlo, suministran al acosador mucha información de cómo hacerle daño.

Autonomía moral: Los acosados suelen moverse por convicciones internas y por su propio sistema de valores, sin someterse a las normas del grupo o la opinión de los demás, lo que hace que el acosador les vea como una amenaza. Además, valoran a las personas por sus actos y no por su puesto dentro de la empresa, por lo que dan su opinión sincera sin importar la jerarquía de quien tienen delante, sin hacer la pelota. Esto puede desencadenar que alguien en un escalón superior siente que no está recibiendo el respeto y la admiración debida.

Poca asertividad: Las personas acosadas no suelen enfrentarse a los demás. Prefieren dejar pasar la situación, esperando que ésta se resuelva por sí sola. Esta falta de respuesta a las primeras agresiones hará que el nivel del acoso vaya aumentando.

 Capacidades sociales: Estas personas suelen tener muy buena relación con sus compañeros de trabajo, lo que puede despertar la envidia y el recelo del acosador, que ve peligrar su status dentro del grupo.

 Buenas capacidades laborales: Suelen ser personas creativas, sensibles, imaginativas, con grandes capacidades en la resolución de problemas… No les importa arriesgar porque saben tolerar el fracaso, por lo que suelen ser muy innovadores y productivos. Estas grandes capacidades son también interpretadas como un riesgo para el status del acosador.
 
 

 
 
 

 

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